viernes, 6 de abril de 2007

La MedioCracia y los CiberBrujos

“Hoy tenemos la suerte de carecer de grandes pensadores”.
Fernando Vallespin
Filósofo y politólogo español *
Buenos Aires, 31 diciembre 2006

En esta época pospolítica y transreligiosa, el éxito tiene el rostro de la medianía. Muchos deben conocer aquello del buen camino, ese sendero hacia la salvación sugerido por Buda… “Sigue el camino del medio”, dijo el iluminado Indio. Estar a salvo es ni más ni menos que ser mediocre. “Muchos cerebros torpes, se envanecen de su testarudez, confundiendo la parálisis con la firmeza”, sostiene José Ingenieros en su libro El Hombre Mediocre.Aun cuando alguien pueda mostrar su premio Nóbel, sus cualidades artísticas, deportivas o la más fabulosa riqueza económica, lo mediocre es lo que gobierna su subjetividad.Pero quizás ni siquiera nos demos cuenta de esta situación. Ya que no es una decisión elegida. No se trata de un plan siniestro personal para transformarse cada cual a sí mismo en sujeto mediocre. Es obra de siglos de culturas que sistemáticamente huyen de aquello que se destaque conceptualmente, fundamentalmente por miedo a la duda. Culturas que imponen el desarrollo de “lo mismo”. La “MedioCracia” es resultante del triunfo de los grandes discursos hegemonizados por el supuesto de la existencia de certezas.

Mediocracia es el poder de los medios por encima de institucionespolíticas y del interés de la sociedad”.
Definición imposible de compartir acríticamente, pero
ampliamente difundida en la Web.

Opinólogos
Sin duda no es casual que circule profusamente la definición de Mediocracia que otorga alto poder a los medios de comunicación, visión de los medios con capacidad de “gobierno”. Aunque seguramente son funcionales a la mediocridad en la que se encuentra la política local y mundial; también se los puede observar consustanciados con su “ubicación en el medio”, como mediadores entre el acontecimiento y quienes ignoran. ¿Especie de cirujanos “operando” en los intestinos de la realidad?Pero a no equivocarse. Tienen poder. Seguramente ostentan un alto grado de gestión y de presión, condicionantes de algunas acciones de gobierno, en cualquier parte del mundo.Sin embargo, no alcanza con el uso y abuso de la opinión personal, con el desarrollo de la “opinología” que se cierne sobre cuanto medio de comunicación “ve la luz”. Demasiado habitualmente aparece el “opinólogo” como funcional a la situación mediocre sobre la que opina; a la que pretende cambiar con meras argumentaciones morales. Sin dudar, partiendo de la certeza que sustenta que la opinión por sí misma produce “correcciones”, o al menos las impulsa y orienta, el opinólogo se convierte en ingenuo, se imbecibiliza. Esta realidad ha mutado en cementerio de la vida psíquica, o mejor dicho, en tumba de la metapsíquica. (1)

CiberBrujos
¿Se puede definir a la época actual, iniciado el siglo XXI, como CiberMedievo? La MedioCracia, si tuviera la posibilidad y a través de la opinología, debería extremar el trabajo neuronal de sus popes y producir un catastro conceptual respecto a qué está ocurriendo realmente en el espacio “virtuoreal”. Esa zona lindante, fantasmal y absolutamente existente, presente (holográfica), comienza a ser vividamente experimentada lejos de la MedioCracia. Zona contra la que sin duda actúan los mediocres, incesantemente, incansablemente. (3)Está haciendo falta una generación de “CiberBrujos” (¿o “PsicoCibers?) que acepten, estudien, analicen y penetren agudamente en las “corrientes de energías ultra sutiles” (nominarlas energías anormales sería un insulto, y como paranormales quedarían desautorizadas).DudólogosSi se acepta que la duda incomoda y desestructura, también se tendrá que aceptar que la risa (que ahora dicen sana, cura y recompone el corazón y la sexualidad), altera toda “compostura”, trastorna. Lo que permite inferir que la duda “sana” de la mediocridad de la certeza. Sin confundir desestruturación con trastorno, ruptura de lo establecido, con lo trastornado que esta lo establecido. Y la historia ofrece interesantes, aunque pocos, ejemplos.Se trata, seguramente, de ser dudólogos sistemáticos. Pero no es cuestión de abrir preguntas como siendo un niño… “Sed como niños” no tiene opción de pertenencia fuera del monoteísmo.La duda no está implícita en una “dudología” estudiable y acatable. Dudar es reconfigurar las certezas y las percepciones, ampliar implacablemente los campos perceptivos. No se trata de la mera pregunta, sino de la pregunta en un contexto conceptual posible. Por ejemplo: ¿utilizamos la telefonía ortopédica porque no podemos desarrollar la comunicación telepática?Aquí está el espacio de acción para los decididos y tesoneros CiberBrujos, posiblemente aún no nacidos, o aún no autoreconfigurados. Más que “Velocidad de escape”** hacia una “política ciborg del cuerpo”, el desafío para ellos (y los que sepamos que nos compete la incomodidad de la creación), es avanzar en el sentido de una “política metapsíquica de la percepción”.

PosMedioevo TecnoPolítico
Desde la PhiloScifi (4), una in-disciplina proclive a la sustentación a-científica de las hipótesis, se puede evaluar que luego de la situación actual de “feudalismo cibertecnicopolítico” (5) sobrevendrá la necesidad del desarrollo de una forma autosuficiente “PsicoVital”.Si como dice el filósofo español Fernando Vallespin actualmente “tenemos la suerte de carecer de grandes pensadores”, es posible comprender en qué punto evolutivo de la psiquis estamos: "we are burn". Sin “pensadores” no hay duda. Sin duda hay “contrato feudal” (5). Lo que sugiere que la instancia beligerante entre facciones, grupos económicos, tribus o bandas barriales, conjuntos étnicos, etc. continuará y será legitimizada lenta pero inexorablemente.PosVidaQuien haya experimentado un estado traumático deseado o no, sabe que vivir implica la conciencia de este “pasaje” por la conciencia. Sin embargo, existir es andar “like a rolling stone”, pasar rodando por caminos que nos consumen, días que desgastan las posibilidades trascendentes de cada cual.Sin embargo, hay TransVida. Se trata de la vida hoy. La que tiene que ser producto de la ciberbrujería aplicada al masticar arroz integral. Desarrollada en el escupir palabras increíbles a la pantalla del Gran Hermano MedioCrático.

Otra cosa será lo que deviene. Lo que exige estar preparado.
Ya lo veremos...

© Ricardo Duró
Abril 06, 2007
** Velocidad de Escape.Libro de Mark DeryEdiciones Siruela. España. 1998.(1)metapsíquica. (De meta- y el gr. ψυχική, t. f. de -κός, psíquico).1. f. Fil. Estudio de los fenómenos que exceden de los límites de la conciencia normal y común,de los que hasta ahora no se ha dado una explicación satisfactoria. (Ver 2, más abajo)(2)El problema esencial de lo paranormal, es que su aparición viola uno de los principios limitativos básicos de las creencias sobre el universo más caras a nuestra sociedad: la que arma que no existe acción a distancia. La ciencia como un todo, tomó la postura de afirmar que, a pesar de los datos recogidos, no hay sucesos paranormales. Enfrentada a una contradicción entre una teoría (que es posible y que es imposible) y un conjunto de hechos (la información de la investigación psíquica y la parapsicología). La ciencia prefirió aferrarse a la teoría e ignorar los hechos.http://www.bibliotecapleyades.net/esp_paradigmaholo02.htm(3)David Bohm, conocido físico de la universidad de Londres, recientemente fallecido, opinó que los descubrimientos de Aspect implican que la realidad objetiva no existe. A pesar de su aparente solidez, el universo es en realidad un fantasma, un holograma gigantesco y espléndidamente detallado.http://www.water-consciousness.com/must/must_article33_sp.htm(4)PhiloPorque implica a la duda como aurora de mundos inefables.SciPorque utiliza discursos de la biología, la genética, cibernética y otras ciencias.FiLa idea de ficción implica la construcción de escenarios supuestos.R. Duró(5)FeudalismoLa estructura política y económica predominante en la Edad Media fue el feudalismo. Este sistema se desarrolló como respuesta a la desintegración de la autoridad central y al caos social que surgió tras el fin del mandato romano. Una jerarquía de hombres poderosos, regidos por el nuevo sistema de vasallaje y la división territorial en feudos, sustituyó al antiguo sistema romano de emperador, senado, provincia, ciudad y pueblo.El contrato feudal
El feudalismo consistía en un acuerdo entre dos nobles, uno el señor y otro el vasallo. El vasallo prometía obediencia y fidelidad a su señor y se comprometía a cumplir una serie de funciones en su nombre. Los deberes más importantes eran comúnmente: el servicio militar (normalmente limitado a 40 días al año), reclutar soldados para el ejército de su señor y proveerlo de ingresos. Por su parte, el señor se comprometía a dar protección militar a su vasallo y a proporcionarle los medios de subsistencia. Con ese fin, el vasallo recibía el control de un feudo que normalmente consistía en una gran extensión de tierra, aunque también podía tratarse de funciones lucrativas y de responsabilidad, como recaudador de impuestos, acuñador de moneda o agente de aduanas. De ese modo, un señor con muchos vasallos disponía de fuentes seguras de ingresos además de un ejército. El contrato feudal era de por vida. El señor podía arrebatarle el feudo a su vasallo si éste incumplía sus obligaciones. En cambio, para el vasallo, dejar a su señor era tarea más ardua. Al principio los feudos no eran hereditarios, lo que constituía una gran ventaja para el señor. Cuantos más feudos tenía un señor para repartir, más duramente habían de trabajar los vasallos para ganárselos. Con el transcurso de la Edad Media, los vasallos encontraron oportunidades para convertir sus feudos en hereditarios, dejando a sus señores un número menor de los que disponer como recompensa.El juramento de fidelidad u homenaje sólo podía hacerse entre nobles y caballeros. En la práctica, la mayoría de los nobles eran ambas cosas, vasallos y señores, encajando en algún lugar entre el rey y los caballeros de rango más bajo. Sin embargo, el feudalismo nunca estuvo eficazmente organizado. Los vasallos podían ser más poderosos que sus señores. Por ejemplo los duques de Normandía, que controlaban gran parte de Francia y toda Inglaterra, eran más poderosos que sus señores, los reyes de Francia. Los vasallos podían tener varios señores, lo que suponía un problema cuando más de uno requería sus servicios. Normalmente solía darse preferencia al señor de mayor rango o más poder. Los nobles también descubrieron que, de ser lo suficientemente fuertes, podían ignorar las reglas del feudalismo y atacar a sus vecinos para conseguir sus fines. A finales de la Edad Media, este tipo de guerras privadas se había vuelto endémico. http://www.edadantigua.com/edadmedia/feudalismo.htm
http://www.edadantigua.com/edadmedia/feudalismo.htm

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